El restaurante

Después de haber aprendido sobre las categorías de alimentos (por ejemplo con el juego La cola al burro de los nutrientes) es el momento de reflexionar sobre las posibles formas de prepararlos, es decir, respondemos a la pregunta: ¿cómo podemos cocinar un plato completo, balanceado y rico?

Objetivo: Sugerir consejos prácticos para la preparación de menús completos, desde la elección de los ingredientes hasta las técnicas de preparación y los condimentos o aliños.

Duración: 10-20 minutos

Materiales: no es necesario ningún material. Opcionalmente se pueden usar pizarra y marcador.

Fase 0. Toda la actividad se lleva a cabo en plenaria; no es necesario crear grupos.
Contamos una historia que tiene el objetivo de recordar los principales grupos de alimentos:

FACILITADOR: – «Imaginemos una situación. Somos los dueños de un restaurante, de comida vegana, por supuesto.
Un día llega un cliente y nos dice: ‘¡Quiero un plato bien rico, pero que sea completo, que no le falte ningún nutriente!’
Entonces nosotros tomamos la orden, regresamos a la cocina y pensamos: ‘¿Qué se necesita para que un plato sea balanceado?'»

Es una pregunta que hacemos a los participantes. Esperamos la respuesta, que podría ser incompleta. Ayudamos a los participantes a recordar por medio de pequeñas sugerencias y más preguntas. Tratamos de llegar a la siguiente definición: para ser balanceado un plato debe contener porciones iguales de los 4 grupos de alimentos: legumbres, almidones, verduras, frutas (véase La cola al burro de los nutrientes).

Seguimos entonces el cuento:

FACILITADOR: – «Para nuestro cliente tenemos que inventar un plato completo con ingredientes que pertenezcan a los 4 grupos. ¡Y tenemos que inventar también una manera para prepararlos!»

Fase 1. Comenzamos por uno de los 4 grupos, por ejemplo «Legumbres». Pedimos que se escoja un alimento que pertenece a este grupo. Ejemplo:

FACILITADOR: – «¿Qué alimentos pertenecen a las legumbres?»

PARTICIPANTES: – «Lentejas, garbanzos, frijoles…»

FACILITADOR: – «¡Excelente, entonces vamos a tomar de ejemplo las lentejas!»

Fase 2. Se pide que el grupo nos sugiera una manera para preparar el ingrediente que se acaba de mencionar:

FACILITADOR: – «¿Cómo prepararían ustedes las lentejas?»

PARTICIPANTES: – «Podemos cocerlas, y luego sazonarlas con ajo frito, tomate y romero, y una pizca de sal»

FACILITADOR: – «¡Muy bien! Ya tenemos las lentejas.»

Fase 3. Se repite el procedimiento para los otros 3 grupos de alimentos, hasta llegar a un platillo completo formado por 4 porciones a base de legumbres, almidones, verduras y frutas:

FACILITADOR: – «Seguimos entonces con el segundo grupo: ‘almidones’. ¿Qué alimentos pertenecen a este grupo?»

Se espera la respuesta, por ejemplo «papas»

FACILITADOR: – «¿De qué manera podemos preparar las papas?»

Y así también para las verduras. Con respecto a las frutas sugerimos que es mejor comerlas crudas y no requieren ninguna preparación.

FACILITADOR: – «¡Muy bien! Ya tenemos un platillo completo»

Fase 4. Seguimos con el cuento e invitamos a los participantes a repetir el ejercicio un par de veces más:

FACILITADOR: – «Servimos el platillo al cliente. Éste come todo, paga, se despide, y se va.
Quedó muy contento, la comida le gustó mucho. Por esto al día siguiente regresa, y dice: ‘¡Que rico lo que comí ayer! ¿Qué me puedes preparar hoy?»

Y así guiamos al grupo hacia la elaboración de dos o tres platillos completos.

Adicionalmente: se puede dividir el grupo en subgrupos, distribuir hojas de papel y crayones e invitar los grupos a dibujar los menús de cada día. (Materiales: hojas de papel, crayones)

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